El turístico municipio Las Terrenas, en Samaná, inició un proyecto que no debe pasar
desapercibido, por su importancia y la naturaleza de la alianza que lo hace posible, al sumar el
Ayuntamiento y entes privados al margen de otras instancias estatales.
El ayuntamiento se sumó a empresas locales e instituciones internacionales, para un proyecto
llamado a cambiar la gestión de la molestosa basura, creando una estación de servicio con el
llamativo nombre “Estación Verde Circular”, para ensayar un nuevo estilo de manejo de los
desperdicios y de educación de los ciudadanos para procesar lo que en buen dominicano es
BASURA, no sirve y se tira en cualquier lugar.
La “Estación Verde y Circular”, puesta en servicio, “sirve para el acopio y transformación de
residuos re valorizables”, y su objetivo es promover la educación ambiental y gestión integral de
residuos sólidos; y como bien dijo el alcalde Eduardo Polanco, es una novedosa iniciativa
público privada para cambiar la cultura de manejo descuidado de la odiosa basura, que tiramos
sin ningún cuidado, que abunda y nos muestra como una sociedad desordenada incapaz de
cuidar su espacio vital.
Es un proyecto innovador “que busca fomentar una cultura de reciclaje y cuidado del medio
ambiente” en Samaná, cuya característica principal es que suma al Ayuntamiento, las Juntas
Distritales, al hotelero Grupo Piñero, la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), Clúster
Turístico de Samaná, Centro para la Conservación y Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su
Entorno y la distribuidora de energía eléctrica Luz y Fuerza de Las Terrenas.
La operación de la estación está a cargo de la Alcaldía, la fundación Eco-Bahía de Grupo Piñero,
la GIZ y Luz y Fuerza, empresa ejemplo de lo que se puede hacer con imaginación y seriedad,
porque inició como un pequeñita unidad de generación y distribución, pero colocó Las Terrenas
en el camino del desarrollo convirtiéndola en una comunidad sin apagones, hasta que intereses
mezquinos de los responsables del sector eléctrico, en tiempos peledeístas, buscando ventajas
económicas, impusieron la conexión de Las Terrenas a la red de distribución de EDENORTE.
Svenja Paulino, de la entidad alemana GIZ, dio un martillazo al clavo cuando se refirió a la
iniciativa como “un hito importante para Las Terrenas, al demostrar que las alianzas públicoprivadas, hacen posible que los destinos tengan capacidad de crear soluciones innovadoras
para retos complejos”.
La estación está en las instalaciones de Luz y Fuerza, donde los residuos serán procesados y
dispuestos de manera adecuada. En 90 días se instalarán equipos para la transformación de los
residuos plásticos. Allí, estudiantes, turistas y comunitarios realizarán visitas educativas (“Viaje
de los residuos”) para conocer el proceso desde el acopio hasta la transformación de los
residuos, incluyendo el impacto de los plásticos en la biodiversidad.
Un privilegio
Gibel Orsini, directora de sostenibilidad de Luz y Fuerza, dijo que “es un privilegio ser la sede y
formar parte de esta alianza creada para educar, alineada a nuestra visión de que la educación
ambiental es vital para construir un futuro sostenible”.
Las Terrenas, sus autoridades y munícipes, con esta iniciativa, ofrece a los municipios y distritos
municipales un buen ejemplo a imitar.