Puerto Plata, RD. – Esta mañana, a través de los medios tradicionales, nos enteramos de la renuncia del Sr. Carlos Trinidad, presidente de la Federación de Juntas de Vecinos de Puerto Plata. Según fuentes consultadas por el departamento de redacción de rsnoticia.com, el Sr. Trinidad tomó esta decisión debido a presiones tanto de miembros del partido PRM como de la misma directiva que lo acompañaba.
La situación aparentemente comenzó a deteriorarse tras la entrega de una camioneta a la federación por parte del Ministro Administrativo de la Presidencia. La camioneta, según los estatutos de la federación, debía estar bajo la custodia del presidente. Sin embargo, este hecho generó tensiones entre los directivos que deseaban hacer uso del vehículo.
El punto crítico se alcanzó cuando el Ministro Paliza visitó Puerto Plata para entregar un cheque al Sr. Trinidad destinado a la compra de dicho vehículo. En sus palabras, el ministro se refirió a Trinidad como su amigo, lo que desató un plan de desacreditación en su contra, impulsado por algunos miembros del PRM en combinación con supuestos dirigentes comunitarios del PLD.
Carlos Trinidad, un joven oriundo del sector Hermanos Pablo, conocido por su conducta intachable y como cabeza de familia, se vio sometido a una presión insostenible que lo llevó a tomar la decisión de renunciar. Rsnoticia.com lamenta profundamente que “lobos disfrazados de ovejas” hayan llevado a este joven, que tenía grandes planes para el beneficio de la comunidad, a abandonar sus aspiraciones de crear una mejor sociedad.
Esta renuncia demuestra los principios cristianos y la integridad de Carlos Trinidad, ya que pocas personas dejarían una posición de liderazgo, especialmente renunciando a un vehículo del año a su disposición. La falta de empatía y la envidia entre los supuestos compañeros, incluso dentro del mismo partido, ha llevado a esta situación lamentable.
Es urgente que la Federación de Juntas de Vecinos sea intervenida para evitar que los supuestos dirigentes comunitarios que ahora tendrán el control, dañen la imagen de tan importante institución que representa las necesidades de la colectividad. La comunidad merece líderes comprometidos y honestos que trabajen por el bien común, y no intereses personales.
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